De panes, panaderías y amor
Dicen que los niños vienen con un pan debajo de brazo. Y nada más lejos de la realidad.
Dicen que los niños vienen con un pan debajo de brazo. Y nada más lejos de la realidad.
Garbancito antes de nacer ya
tenía la panadería montada, estuve a punto de montar una franquicia.
Como ya teníamos la habitación
pintada empezamos a llenarla de todos los regalos que nos habían hecho la
familia, los amigos, los conocidos, compañeros de trabajo. Muchas cosas nuevas
y otras muchas seminuevas.
·
Una mini
cuna,
·
una cuna de
viaje,
·
sabanas,
·
colchas
bordadas a mano,
·
carrito con
capazo, grupo 0 y silla de paseo,
·
dos sillas
de para el coche,
·
esteriliza
biberones,
·
sacaleches,
·
carrusel
para la cuna,
·
trona,
·
trona
ajustable a la mesa,
·
hamaca,
·
un
silloncito,
·
un
intercomunicador,
·
cambiador
con bañera,
·
bañera sin
cambiador,
·
sillita para
bañarlo en la bañera,
·
arrullos,
baberos, chupetes, juguetes, toquillas, colonia, gel, ropa, ropa y más ropa,
hasta la esponja de baño.
Garbancito panadero, ya tenía
montada su habitación. Aunque más tarde, cuando nació, nos dimos cuenta que
solo necesitaba los brazos de mamá. Y lo realmente importante lo encontramos
por casualidad. Una pediatra pro lactancia, un taller de lactancia y un fular
para llevar a mi peque bien pegadito a mí.
Como todo en este mundo, se
aprende de la experiencia. Yo he aprendido que no se necesitan cunas, ni
capazo, ni huevo, ni esterilizador, ni biberones, ni intercomunicador ni
chupete. Sólo se necesita brazos y mucho amor. Pero eso es otro capítulo. En
este aún estoy embarazada.
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