Labio leporino y paladar hendido: ¿cómo nos puede ayudar el porteo?

Partiendo de la base que el labio leporino y paladar hendido, su única solución es la cirugía, veamos cómo el porteo nos puede ayudar desde el punto de vista emocional, fisiológico y de aprendizaje.

La primera operación será para el cierre del labio, para lo cual necesitamos que el bebé esté fuerte y saludable. Los estudios demuestran que el estado anímico de las personas influyen en su salud. ¿Cómo conseguir que un bebe tenga un estado anímico bueno? sintiendo el olor y la cercanía de sus padres. Un bebé fuerte y saludable necesita sentir el olor y la cercanía de su madre. 

Date tiempo para adaptarte a la nueva situación inesperada. Escucha tus sentimientos. Si el bebé está despierto y busca el pecho, no hay razón para no responder su necesidad. La succión no nutritiva calma al bebé. Esta experiencia positiva te ayudará a vincularte con tu bebé.

 Los padres se encuentran frente a una situación nueva y generalmente con una mezcla de sentimientos que incluyen la angustia, la culpa, la depresión, la confusión y una serie de cuestionamientos al respecto de la situación del bebé.

Mediante el porteo, desde el nacimiento el bebé siente el calor de la madre, sus latidos, su respiración… es lo más parecido a estar dentro del útero. Esto le da seguridad y tranquilidad. Los padres que portean pueden conocer mejor a su bebé, sus señales y por tanto atender más rápidamente sus necesidades. Con eso, lo que estamos consiguiendo es crear un vínculo muy intenso, que más adelante se convertirá en alta autoestima cuando de niño deba enfrentarse a miradas y comentarios por ser diferente.
Estamos creando un vínculo bebé-padres muy intenso.

En todos los casos de labio leporino y de paladar hendido es necesaria de cirugía. Una hendidura, por pequeña que sea, necesita ser cerrada.

Es normal que después de esa cirugía, el bebé se muestre irritado: con el portabebés, tras una intervención quirúrgica, podemos suplir la separación, el stress y el malestar ocasionado por la cirugía, el ambiente desconocido y la separación de mamá.

Además de la parte estética de la carita del bebé, también puede presentar otras complicaciones asociadas a la alimentación, al lenguaje, a la dentición e, incluso, puede afectar al oído. Veamos cómo nos puede favorecer el porteo en alguna de estas complicaciones. 

Alimentación: Si has decidido alimentar con leche materna, debes saber que a mayor succión, mayor producción de leche. Con la ayuda de un portabebés , se segrega prolactina, la hormona que estimula la secreción de leche, por lo que tendrás más cantidad de leche y tu bebé no tendrá que realizar tanto esfuerzo al succionar. Al tener más leche, también te será más sencillo crear tu propio banco de leche y alimentar a tu bebé por otros medios si así lo requieren las circunstancias. Al estar en posición vertical, se minimiza incluso desaparece el reflujo del lactante y le resultará más sencillo a tu bebé eliminar los gases. La posición erguida o semierguida evita que la comida pueda salir por la nariz, reduciendo la probabilidad de que la leche llegue y provoque problemas en el oído.

Problemas de aprendizaje en cuanto al lenguaje: algunos niños presentan una voz con cualidad nasal, no llegan a pronunciar correctamente las vocales y consonantes, y otros presentan balance de resonancia. El bebé o niño porteado, al estar cerca de la cara, tiene facilitado el aprendizaje del lenguaje y de cómo interactuar con el entorno.

En resumen,  el porteo no es la solución al problema, pero nos va a ayudar bastante a superar las dificultades y crear un vínculo especial con nuestro bebé.

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