La
plagiocefalia es un trastorno de la forma y simetría de la cabeza del bebé
caracterizado por el aplanamiento de uno o más lados del cráneo, que puede
ocurrir tanto desde la vida intrauterina como después del nacimiento.
Intrauterina:
el bebé se ha acomodado en un lugar del útero.
Extrauterina
o después el nacimiento: cuando se han acostumbrado a dormir en una sola posición
y nosotros no le vamos cambiando la postura de su cabecita. También ocurre
cuando los bebés pasan tiempos prolongados en sillas de transporte o sillas de
paseo, incluso cuando presentan tortícolis.
Existen tres grupos de
deformidades del cráneo que pueden crear dudas en cuanto al diagnóstico:
-
La forma de la
cabeza del niño prematuro, que se puede confundir con una malformación.
-
La plagiocefalia
tanto de la parte anterior de la cabeza (frontal) como de la zona posterior
(occipital)
Por lo que un experto debe
determinar si nos encontramos ante un caso de deformidad postural, y por tanto
ante un problema, o ante una auténtica craneosinostosis, que requerirá un
tratamiento quirúrgico.
¿Cómo evitar la plagiocefalia
postural?
Una de las soluciones sería,
que el bebé pasase tumbado las menos horas posibles, tanto en cunas como en
cochecitos de paseo, esto lo podemos llevar a cabo con la ayuda de un
portabebés ergonómico.
Con el uso del portabebés
estamos evitando acostar al bebé, pues estaría en posición vertical, apoyando
su cabecita en el pecho de la madre y cambiando él mismo de lado, sin ayuda.
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